Mucho venimos hablando del proceso de retención que está aconteciendo en la cadena de valor de carne bovina. Y la misma no está circunscripta únicamente a las diferentes categorías de hembras, como ha ocurrido otras veces, sino también aunque en menor medida a los machos en general.
Luego de la abrupta caída del stock bovino que aconteció entre el 2008 y 2011, le sucedieron 3 años (2013, 2014 y 2015) que mostraron niveles de faena cercanos a los 12,5 millones de cabezas. Estos niveles de faena, a pesar de no ser muy altos en términos históricos, si resultaron importantes para el bajo nivel de stock bovino posterior a la liquidación mencionada, dejando muy poco saldo para sostener la recuperación del mismo. Y si además la eficiencia reproductiva de los rodeos se mantiene sin mejoras en los niveles históricos (cercanos al 60% de relación ternero /vaca) dicho crecimiento pareciera aún más lejano. En promedio el crecimiento del stock del trienio 2014-2016 fue del 1,1% anual.
Como se observa en el gráfico precedente en el año 2012 el crecimiento del stock fue cercano al 4%, el mismo tuvo su origen en una importante reducción de la faena en el 2011 (11 millones de cabezas), y en una recuperación de la relación ternero/vaca a los valores normales (63,5%) que habían caído a causa de la prolongada sequía a valores de entre 51 y 57%.
Todos los demás años de la serie (excepto en los que el stock se reduce) presentan crecimientos moderados entre el 0,3% y el 2,3%, dando un promedio aproximado anual del 1,5%.
En función de lo visto hasta aquí es que nos surge la pregunta sobre cuál sería la magnitud del crecimiento del stock que se puede esperar a partir de la retención en curso. Para responder esta pregunta resulta necesario además de unas simples cuentas matemáticas, hacer algún tipo de especulación respecto de los niveles de faena con los que cerraremos este 2016 y también de la relación ternero vaca esperable par el año 2017 que estará en función de los terneros logrados durante la parición del año en curso.
Respecto de la faena para este año, hasta el momento la misma arroja un valor aproximado de 4,85 millones de cabezas (Enero-Mayo). Si a estos valores actuales los anualizamos tomando la distribución normal mensual de faena nos da un aproximado para todo el año 2016 de 11,72 millones de cabezas.
En cuanto a la cantidad de terneros a ingresar al stock en marzo de 2017 (nacimientos de 2016), dependerá del resultado de los servicios de 2015/16 y los nacimientos posteriores. Si se tiene en cuenta que no existieron grandes inconvenientes climáticos de carácter generalizados hasta el momento, podríamos inferir que los valores de relación ternero/vaca para el 2017 serían como los registrados en años climáticamente similares. En nuestra opinión este valor se ubicará en algún lugar entre 63% y 63,5% para el año que viene.
Por lo tanto con estos supuestos ya podríamos aproximar un posible nivel para el crecimiento del stock en función de la retención en curso. Para eso tomamos el dato stock de este año (2016) que fue de 52.624.809 cabezas (sin bueyes), le restamos la mortandad promedio anual (1,5%), y restamos también la faena calculada para este año (11,72 mill. de cabezas). Esto nos da 40.114.569 cabezas, a esto hay que sumarle los terneros aproximados que se sumarán en 2017 (14.513.251 cabezas aprox.). Así obtenemos que el rodeo aproximado para el 2017 con estos supuestos alcanzaría las 54.627.820 cabezas, y esto es equivalente a un crecimiento anual del stock del 3,8%.
Según estos cálculos, y en comparación con los mostrados en el gráfico, podríamos asumir que el proceso de retención en curso es vigoroso y tendrá un importante impacto sobre la evolución del stock bovino, llevándolo a un nivel de crecimiento anual similar al más alto registrado por lo menos en los últimos 15 años.